Los problemas sensoriales fueron abordados por primera vez por Jean Ayres, terapeuta ocupacional y psicóloga especialista del desarrollo,  en los años 60 en EEUU. Hoy, la teoría ha progresado. Ya no hablamos de problemas de integración sensorial si no de desórdenes del proceso sensorial. 

La importancia del sentido para el desarrollo del niño

Es a través de nuestros sentidos que percibimos el mundo. Esto es mucho más importante en el caso de los bebes y niños pequeños. Sabemos que un niño de 0 a 18 meses aprende sobre todo de las estimulaciones recibidas. Los niños deben aprender a organizar, modular y priorizar esta información sensorial recibida de manera que desarrolle comportamientos apropiados y adaptados a diferentes situaciones.

¿Conoces todos los sentidos?

Conocemos todos los principales: la vista, el olor, el tacto, la audición, el gusto. Pero ¿conoces la propiocepción o el sentido vestibular? Este último es uno de los primeros sistemas sensoriales que se desarrollan en el útero. Los desordenes del proceso sensorial pueden afectar a la totalidad de los sentidos, pero con particularidades para cada una de las personas afectadas.

Diferencia entre percepción y recepción

La diferencia entre los dos términos es importante. La recepción sensorial es el proceso según el cual uno o más de nuestros órganos receptores (por ejemplo, los ojos para la vista) esta activado/estimulado por un evento (una imagen, un sonido…). Los niños deficientes visuales tienen un problema que afecta a la recepción sensorial.

La información sensorial para después por el sistema nervioso antes de ser enviada al cerebro. Allí va a tratar esta información con el fin de crear una respuesta adecuada (ej: está muy caliente, levanto la mano…). Es la percepción sensorial.

Un desorden del proceso sensorial implica que las informaciones sensoriales recibidas no están organizadas en respuestas apropiada, lo que conlleva problemas en la vida diaria. Hay un problema de percepción sensorial.

Existe 3 tipos de desórdenes del proceso sensorial:

  • Los problemas motores con un origen sensorial: problemas de estabilización/equilibrio, problemas práxicos…
  • Los trastornos de discriminación sensorial: dificultad para percibir las similitudes y las diferencias entre las sensaciones.
  • Los problemas de la modulación sensorial.

 El proceso de tratamiento sensorial

Todos los días, en cada momento, recibimos información sensorial. La mayoría de las personas saben perfectamente modular el tratamiento según sus circunstancias, o según lo que quieran hacer (por ejemplo, focalizarse en un lugar cuando quieren hacer una foto). La mayoría de los individuos saben gestionar bien diferentes estímulos sensoriales a la vez. Pero a veces pasa que esa capacidades está mal recepcionada o disminuida (por ejemplo, un individuo puede estar irritable o menos atento al final del día).

Un niño con problemas de tratamiento sensorial no tendrá un control fino de las informaciones sensoriales.  Tendrá dificultades a filtrar informaciones o a ajustar su comportamiento de manera adecuada. Este problema esta ligado al sistema nervioso autónomo. No es un problema cognitivo.

Existe una gran variedad de «perfiles». Hablamos de personas con hiper-reactividad o hiper-sensibles cuando existe defensas y aversiones sensoriales. Distinguimos después, perfiles hipo-reactivos/hipo sensibles que implican una cierto endormecimiento, pasividad y torpeza sensorial. Existe también personas que que buscaran continuamente estimulaciones. Estos perfiles se yuxtapondrán después a los diferentes sentidos. Hablaremos de hiper-sensibilidad oral, por ejemplo.

Como respuesta a los trastornos, la auto regulación

La autorregulación es un medio de se auto-equilibrar. Los medios empleados pueden ser conscientes o inconscientes. Algunos pueden ser aceptados socialmente y otros algo menos…

Ejemplos de comportamientos de auto regulación: mascar, morder, balancearse, girar, correr, golpearse la cabeza…

¿A diario, que hacemos?

Esta es una lista de sugerencias para acompañar el día a día de un individuo con desordenes del proceso sensorial. No se aplican todas a su hijo ya que según su perfil y el sentido afectado, las preconizaciones serán diferentes.

  • Para un niño hipersensible auditivo, ponerle orejeras de frió o cascos, sobre todo en los jugares con mucho ruido.
  • Para un niño con hiper o hipo sensibilidad visual, potencie otros sentidos para estimular su aprendizaje.
  • ¿Una hipo o una hiper sensibilidad oral? Utilice un cepillo de dientes vibrante ya que la vibración permite una reorganización del sistema sensorial. Estimule las habilidades oro-motrices (succión, masticación, deglución) con material adecuado.
  • ¿Un niño con hipo sensibilidad táctil? Pruebe las estimulaciones táctiles profundas ( cepillado, bandeja de exploración), la vibración y las presiones consistentes, los productos lastrados (con la vigilancia de un adulto).
  • ¿Hay un problema vestibular? Pruebe los trampolines,  las peonzas gigantes, el bilibo…

 

 

Fuentes:

Información traducida del dossier de  A. Gosselin, terapeuta ocupacional, y G. Pomerleau, pediatra del desarrollo

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