Las competencias transversales, también denominadas competencias psicosociales (o «soft skills» en el contexto profesional), son aptitudes que no entran dentro de los conocimientos «escolares» tradicionales, como el francés, las matemáticas o la historia. Es decir, no son conocimientos aprendidos en los libros, sino habilidades que se pueden desarrollar en cada situación. Ya sea en la empresa o en la escuela, estas habilidades se valoran cada vez más, ya que demuestran «la capacidad de una persona para responder eficazmente a las exigencias y desafíos de la vida cotidiana» (OMS, 1993). Las 4 habilidades fundamentales en el siglo XXI son el pensamiento crítico, la creatividad, la cooperación y la comunicación. En este artículo, le ofrecemos una selección de recursos para desarrollar estas habilidades transversales con sus alumnos.

Ayudar a los estudiantes a desarrollar el pensamiento crítico

Desarrollar la capacidad de pensamiento crítico de los alumnos significa darles la oportunidad de pensar por sí mismos. Significa no dar por sentada toda la información que reciben y, sobre todo, permitirles expresar sus opiniones. Para poder expresar lo que uno piensa, también hay que saber escuchar a los demás, interactuar con respeto, de lo contrario no hay diálogo.

Esta habilidad se puede trabajar en diferentes asignaturas escolares. Un ejemplo es la ciencia. De hecho, el enfoque científico y la experimentación permiten cuestionar y demostrar un hecho con pruebas. En literatura, el pensamiento crítico también es importante. Sea cual sea el grado, a partir de un libro infantil o de una novela, los alumnos son llevados a interpretar. Comparten su comprensión a partir del texto. Por último, se pueden organizar periódicamente sesiones de debate para dar voz a los alumnos sobre diversos temas.

Para ello, hemos elaborado 5 carteles que le permitirán repensar la escuela con sus alumnos. A través de 3 ejes de reflexión, servirán de palanca para el debate y le permitirán desencadenar la reflexión al tiempo que guarda un registro escrito de sus intercambios. El objetivo es que los alumnos piensen juntos para que la escuela sea más inclusiva, solidaria y adaptada a las necesidades de todos.

>> Descubre las « competencias del siglo XXI »

Fomentar la comunicación entre los alumnos abordando las emociones

Para crear un entorno de cuidado que favorezca la expresión de los pensamientos de todos, es esencial desarrollar la empatía de los alumnos. Para ello, deben ser capaces de comprender, controlar y compartir sus emociones. Al entenderse a sí mismos, también entenderán más fácilmente a los demás. Serán capaces de ponerse en su lugar y así convertirse en personas empáticas y benévolas.

«Trabajar» las emociones en clase

Las habilidades emocionales son esenciales para trabajar en la escuela. ¿Cómo trabajarlos en clase de forma divertida? ¿Cómo enseñar a sus alumnos estrategias para identificar y comunicar sus emociones? Para ayudarle a responder a estas preguntas, hemos recibido, durante un Facebook Live, a Elsa Antunes y Nathalie Lambinet, profesoras de edutainment y creadoras del método «Jeumaide». Proponen 3 talleres para «trabajar» las emociones en clase, así como recursos para descargar gratuitamente y consejos sobre las mejores herramientas para hacer una escuela más inclusiva, solidaria y adaptada a las necesidades de todos.

trabajar las emociones en clase

Descarga: El comecocos de las emociones

El comecocos de las emociones permite al niño adoptar comportamientos diferentes en función de las emociones que se representan en el comecocos. Esto permite al niño divertirse al mismo tiempo que se inculcan métodos de relajación que son herramientas para ayudarle a gestionar sus emociones y a expresarlas. Además la creación del comecocos es una actividad ideal que une la acción de recortar y plegar.

>>Descarga el Comecocos de las Emociones

Clima emocional: identificar sus sensibilidades

Tomar el informe meteorológico interior significa aprender a sentir lo que ocurre en tu interior y a identificar tus emociones para poder gestionarlas mejor. Para conocernos mejor y evitar las reacciones automáticas, he aquí una práctica sencilla, rápida y accesible tanto para los niños como para los adultos: toma tu informe meteorológico interior. Esto puede convertirse en un ritual matutino. Se pide a cada alumno que ponga en su mesa la tarjeta que representa su emoción. O para pegar su nombre en la tarjeta correspondiente. Los estudiantes pueden cambiar visualmente su estado durante el día. Esto le permitirá a usted, el profesor, pero también a los demás alumnos, comprender las reacciones de cada uno. Al compartir sus emociones con los demás, los alumnos serán más empáticos con los demás.

>> Descarga el Kit de las emociones

el kit de las emociones

Resolución de conflictos en el aula: ideas y herramientas

Cualquiera que haya tenido que trabajar con un grupo de niños sabe que enseñarles a gestionar sus diferencias sin violencia y, más allá de eso, a convivir bien, a respetarse e incluso -seamos locos- a mostrar empatía es un trabajo en sí mismo. ¡Y a tiempo completo! Pero no siempre es fácil dedicar este tiempo a promover el entendimiento entre los alumnos. Como siempre en la educación, es necesario «tomar tiempo para ganar tiempo». Porque, por supuesto, los alumnos aprenden mejor en un clima sereno, y porque «la contribución más positiva a la paz social reside en la educación del niño» (María Montessori). ¿Cómo podemos enseñar a nuestros alumnos valores que eviten los conflictos? ¿Cómo se les puede enseñar a gestionarlas?

>> Vivir juntos : resolver los conflictos

Fomentar la cooperación en el aula flexible

Descubre las ideas y comentarios sobre cómo desarrollar la cooperación en un aula flexible e inclusiva de Adeline Michel, profesora desde hace 17 años.

¿Qué es la cooperación?

Si uno de los objetivos declarados de la escuela es el acceso a la autonomía, esto no significa que el alumno tenga que hacerlo todo solo, sino todo lo contrario. Ser autónomo es sobre todo saber tomar las decisiones correctas, para uno mismo y para el grupo. El tiempo autónomo no es sólo un tiempo de soledad. La clase flexible es, en esencia, una clase cooperativa, en la que uno no se queda solo ante sus dificultades, en la que se trabaja conjuntamente para construir proyectos comunes.

Cooperación y ayuda mutua

Para evitar que un niño se encuentre solo ante sus dificultades, que se encuentre en una situación de fracaso o que se rinda ante la tarea, es importante proponer un marco que fomente la ayuda mutua y la tutoría. Este tipo de práctica es una de las claves de una escuela inclusiva. Por supuesto, a la hora de pedir ayuda, los niños deben hacerlo según las normas establecidas para que se respete el trabajo de todos. La persona que pide ayuda no debe interrumpir a su compañero en ningún momento. Hay que saber esperar, a veces durante unos minutos, hasta que el otro esté disponible, sin molestarle.

Por otro lado, el ayudante debe aprender a guiar sin dar las respuestas, a explicar un método, para que en el futuro su compañero sepa hacerlo solo. Todas estas son habilidades que los alumnos adquirirán con el tiempo y que beneficiarán tanto al ayudante como al ayudado (la verbalización y la aclaración refuerzan y perfeccionan, como sabemos, la comprensión de un concepto).

ninos jugando juntos en equipo

Cooperación y colaboración

En una clase cooperativa, flexible o no, es importante ofrecer diferentes situaciones en las que los alumnos deban trabajar en grupo. Uno de los objetivos de esta forma de trabajo es, por supuesto, desarrollar la cooperación.

¿Pero todo trabajo en grupo es necesariamente sinónimo de cooperación? Los alumnos suelen repartirse las tareas en el grupo de esta manera: el alumno más exitoso será el que haga más y el más difícil el que haga menos. El riesgo de excluir del grupo a un niño con dificultades no es, obviamente, el objetivo. Por ello, para que la cooperación adquiera todo su sentido, es importante que cada alumno sea una parte indispensable del grupo, teniendo cada uno un papel activo en la resolución del problema o en la realización del proyecto común. Por tanto, el éxito está fuertemente vinculado a la condición de «hacer las cosas juntos». Se puede optar por proponer actividades de diversas formas y en diversos ámbitos de aprendizaje.

>> Descubre nuestras herramientas para el aprendizaje de la cooperación entre los individuos

cooperacion en clase flexible

Liberemos el potencial creativo de nuestros niños

Está presente en todos nosotros y forma parte de nuestra vida cotidiana. Sólo hay que estimularlo un poco. En los niños pequeños, en cambio, es natural. Pero puede difuminarse o restringirse a medida que crecen… Según Philippe Brasseur, formador, conferenciante y autor de varios libros sobre la creatividad, «crear no es reproducir lo que ya existe, ni hacer una «bella imagen», sino hacerla a tu propia imagen. «. La creatividad no se limita al ámbito artístico. La creatividad también consiste en encontrar soluciones innovadoras. Es la capacidad de ver el mundo desde un nuevo ángulo, de experimentar con cosas nuevas, de salir de la zona de confort. La creatividad abre el mundo de las posibilidades y aporta muchos beneficios.

¿Qué es la creatividad?

Según el diccionario, la creatividad se define como «la capacidad de un individuo para crear». Es decir, imaginar y crear algo nuevo; descubrir una solución nueva y original a un problema determinado. «Muy a menudo, oímos a los adultos decir «me falta creatividad, no tengo imaginación». Pero la creatividad no es un don. No está reservado a los artistas o a los genios. Es algo innato en todos nosotros. Pero en función de nuestra educación, de nuestro entorno, se ahoga o se desarrolla.

Un estudio francés, dirigido por el Dr. George Land, demuestra que el ser humano es creativo por naturaleza. Realizó pruebas para medir el potencial creativo de los niños en diferentes momentos de su vida:

De los 4 a los 5 años, el 98% de los niños fueron considerados «genios creativos».
A los 10 años, este porcentaje desciende al 30%.
Sólo el 12% de los niños de 15 años seguían perteneciendo a esta categoría.
En el caso de los adultos, los resultados muestran sólo un 2%.

Esta disminución es la prueba de que a medida que crecemos limitamos nuestra creatividad. El miedo al fracaso, la autocrítica, la competencia o la falta de confianza son obstáculos que dificultan esta capacidad. Estos obstáculos dependen del entorno en el que crecemos. La creatividad es, por tanto, un potencial y depende de nosotros desarrollarla.

nino dibujando un cohete

Descubrir sus inteligencias múltiples

Aunque la creatividad es innata en todas las personas, nuestras capacidades creativas varían. Somos seres únicos, con gustos y habilidades diferentes. Por eso no hay una creatividad, sino múltiples creatividades. Del mismo modo, no hay una, sino múltiples inteligencias. El psicólogo Howard Gardner destaca que todos los niños son inteligentes, pero no necesariamente de la misma manera.

Define 8 tipos de inteligencia:

  • Inteligencia verbal y lingüística: utilizar el lenguaje para comunicarse y expresarse mejor. Leer, escribir y hablar.
  • Inteligencia lógico-matemática: capacidad de lógica, análisis, observación y resolución de problemas. Calcular, analizar, razonar.
  • Inteligencia visual y espacial: visualizar y representar el mundo y el espacio que nos rodea. Representar, dibujar, orientar.
  • Inteligencia musical y rítmica: ser sensible a las melodías y los ritmos. Interpretar, escuchar, crear.
  • Inteligencia corporal y cinestésica: utilizar el cuerpo para expresarse, realizar tareas. Hacer deporte, manipular, hacer cosas.
  • Inteligencia interpersonal: actuar con los demás. Cooperar, ayudar, compartir.
  • Inteligencia intrapersonal: conocerse a sí mismo. Reflexionar, analizar, motivar.
  • Inteligencia naturalista: interesarse por la naturaleza, los minerales, las plantas y los animales. Observar, clasificar, proteger.

Fomentar el pensamiento divergente

Para ayudarnos a desarrollar nuestra creatividad y la de nuestros hijos, debemos fomentar el pensamiento divergente. El pensamiento divergente es más natural en los niños que en los adultos. No están cegados por sus experiencias, sus hábitos y su conformidad. Cultivar el pensamiento divergente significa explorar varias vías, no ceñirse a una única respuesta.

Para evitar que se retengan, es esencial dar a los niños el espacio necesario para expresarse. Sin juzgarlos, sin empujarlos a la «respuesta correcta». Y aunque a veces la respuesta sea única, como en las matemáticas, el razonamiento para llegar a ella es múltiple.

>> Discapacidad: Los beneficios de la creatividad

¿Cómo ayudan lso profesores a sus alumnos a desarrollar sus competencias transversales? ¿Qué competencias transversales te parecen más importantes? No dudes en compartir su experiencia en los comentarios.

Artículo publicado el 5 de julio de 2022. Actualizado el 07 de marzo de 2024.

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