El sonambulismo, los terrores nocturnos y las pesadillas forman parte del grupo de los trastornos del sueño denominados parasomnias. Son trastornos que producen una dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche, dormirse en momentos inapropiados o poseer conductas anormales durante el sueño. 

Los problemas de sueño de tu hijo (alteraciones del humor, dificultad para concentrarse, somnolencia durante el día, cansancio físico y mental, estado general de tensión y ansiedad) tiene un impacto directo en el día a día del niño y ¡también de los padres!! Ya que estos problemas del sueño afectan la relación de padres e hijos; la relación de toda la familia o sus relaciones sociales y escolares. Lo más importante en caso de duda es dirigirse al pediatra para resolverlo lo antes posible para que tu hijo pueda disfrutar de un sueño reparador. Descubre en este artículo cuáles son los principales trastornos del sueño en la infancia y sus características.

Diferentes tipos de parasomnias en el niño

 

1. Insomnio

Es el trastorno del sueño más frecuente en los niños. Se caracteriza por la dificultad para iniciar y mantener el sueño, o bien la sensación de no haber dormido bien. Cuando esta situación dura más de un mes es aconsejable consultar con el médico para resolverlo. Dentro del insomnio podemos distinguir varios tipos:
– Insomnio conductual: es la incapacidad del niño para conciliar el sueño si está solo, presentando resistencia y ansiedad a la hora de ir a la cama. Se despierta muy a menudo.
Insomnio por higiene del sueño inadecuado: está asociado a actividades que se realizan durante el día que son las que impiden una adecuada calidad del sueño durante la noche (consumo de chocolate o cafeína; intensa actividad física o uso de ordenadores, consolas o teléfonos móviles).
Síndrome del retardo de fase (SRF): Este síndrome es una alteración del ritmo del sueño que comienza a manifestarse, normalmente, a partir del 10 años. El síndrome de retraso de fase se caracteriza por un tiempo de inicio y finalización del sueño que está retrasado más de dos horas, generalmente, en relación con los tiempos de sueño aceptables social o convencionalmente. Lo que implica cansancio diurno, bajo rendimiento escolar y/o disminución de la atención.

2. Sonambulismo

El sonambulismo es un trastorno del sueño muy común en niños en edad escolar. Suele ser benigno y se resuelve con la edad sin necesidad de tratamiento. El niño no responde a estímulos externos y no recuerda nada. Los episodios pueden ser muy breves (unos segundos o minutos) o pueden durar hasta 30 minutos o más. La mayoría suelen permanecer menos de 10 minutos. Durante un episodio las personas caminan dormidas, ejecutar actividades como ir al baño, vestirse e incluso salir a la calle. Si no se perturba al sonámbulo, éste suele regresar a dormir. En los niños está asociado con la privación de sueño (haber dormido mal la noche o las noches anteriores), la fatiga y la ansiedad.

>> 5 Ideas de estimulación sensorial para relajar antes de dormir

3. Terrores nocturnos

Los terrores nocturnos son la forma más extrema de los desórdenes del sueño de los niños, difíciles de soportar para los padres dada su intensidad. Los terrores nocturnos a menudo comienzan con un grito de miedo y provocan en el niño un comportamiento que sugiere un terror extremo, como la dilatación de las pupilas, la respiración rápida, el latido del corazón, el sudor y la agitación excesiva. Los intentos de despertar al niño a menudo no tienen éxito y pueden dar lugar a reacciones agresivas.

Durante el terror nocturno, el niño puede salir de la cama y correr por la habitación o incluso fuera de la casa. Durante este evento frenético, los niños pueden lastimarse. Por muy perturbadores y aterradores que parezcan estos eventos, los niños no son conscientes de lo que están haciendo y no recuerdan los incidentes de la madrugada. Los terrores nocturnos son mucho peores de observar que de experimentar. Pueden durar desde unos pocos segundos hasta a veces más de veinte minutos. Los niños que los tienen no recuerdan el episodio, ni tienen imágenes del «sueño», como se puede encontrar con los que tienen pesadillas típicas.

 

 

4. Pesadillas

Las pesadillas son estados del sueño largos, elaborados, complejos, con aumento progresivo de la sensación de miedo o de ansiedad. El niño se despierta muy asustado y totalmente alerta. Describe con todo detalle que el sueño que ha tenido ha sido muy angustioso y aterrador. A menudo el niño cree que lo que ha soñado ha ocurrido realmente.
Aunque las pesadillas no suelen suponer un riesgo, por sí mismas, para la salud del niño, sí que pueden producir un cierto temor a dormir, en especial, si éstas son frecuentes. Es en estos casos cuando se puede alterar el patrón de sueño y aparecer secundariamente la somnolencia excesiva, irritabilidad, ansiedad, etc.
Los padres no pueden evitar las pesadillas pero sí ayudarles a dormir más relajadamente, y en consecuencia esto favorece la minimización de pesadillas.

>> Problemas de sueño: cómo ayudarle

Si quieres saber más:  Augusto Quevedo Vélez en su estudio Trastornos del sueño más frecuentes en los niños.

 

Fuentes:
http://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/principales-trastornos-sueno-ninos-como-tratarlos
Trastornos del sueño en la niñez. Associació Espanyola de Pediatria.
http://www.doctorferre.com/parasomnias-en-edad-infantil
Pin Arboledas G. El síndrome de retraso de fase y la narcolepsia. En: AEPap ed. Curso de Actualización Pediatría 2008. Madrid: Exlibris Ediciones; 2008. p. 79-85.
http://www.cuidateplus.com/enfermedades/neurologicas/sonambulismo.html

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