La coordinación ojo-mano, o coordinación oculomotora, permite coordinar los movimientos del cuerpo con la visión. Es un proceso de aprendizaje fundamental que se inicia en los primeros meses de vida y se perfecciona a medida que el bebé crece. Esta coordinación le permitirá comer, dibujar, escribir, vestirse, hacer deporte, tocar un instrumento… En definitiva, se utiliza a diario y en todos nuestros movimientos. 

En este mecanismo intervienen tres sentidos: la vista, el tacto y la propiocepción (la percepción consciente o inconsciente de la posición de nuestro cuerpo). Así, cuando un niño tiene un trastorno de la coordinación, el problema puede provenir de uno de estos tres sentidos. Para ayudarle, será necesario identificar el origen de su trastorno. Descubre el testimonio de Anna Harboe, fisioterapeuta y su trabajo con Bob, un niño de 5 años.

Identificar el origen del trastorno de coordinación

Bob tiene cinco años y está a punto de empezar el colegio. Sus padres están preocupados porque su hijo no está nada interesado en las actividades escolares. Es un niño con mucha energía y prefiere jugar al aire libre en juegos que requieren grandes gestos. Nunca ha querido dibujar ni pintar. Puede sostener los cubiertos, pero le cuesta comer bien y sentarse a la mesa.

Mis investigaciones muestran que el sentido del tacto de Bob es completamente normal, y el oftalmólogo certifica que no tiene problemas de visión. Pero durante la primera entrevista, noto que Bob tiene dificultades para controlar su cuerpo. Se derrumba cuando no se mueve. Rápidamente se hace evidente que Bob es incapaz de estabilizar su cuerpo y mantenerlo en reposo. Un niño que tiene dificultades para registrar las señales propioceptivas suele buscar actividades que requieren fuerza y grandes gestos. Explico a los padres que la capacidad de manipular objetos pequeños depende de la capacidad de sentir el propio cuerpo y mantener una posición.

Cómo realizar una actividad

En primer lugar, comenzamos trabajando la capacidad de estabilizar y responder a un estímulo propioceptivo. Gracias a la forma de los conos, es posible apilarlos para construir una torre fácil de volcar. Juntos construimos una torre con cinco conos. Se necesita precisión para apilar los conos y mantenerlos en equilibrio, y construir la torre es un buen ejercicio.

Cuando la torre está terminada, Bob se sitúa a tres metros de la torre y sube a una pequeña roca o elemento del recorrido motor. El pequeño montículo obliga a Bob a equilibrar la parte inferior de su cuerpo para no caerse. Si el cuerpo no está relajado, es muy difícil agarrar, apuntar y conseguir derribar la torre.

recorridos motores

Le enseño a Bob el anillo que debe coger a mi señal. Le animo a que mueva la mirada y agarre el aro en diferentes posiciones, hacia arriba o hacia abajo, a su derecha o a su izquierda, mientras mantiene y ejercita el equilibrio.

En los dos primeros lanzamientos, Bob se cae del montículo. La primera vez, se cae mientras se estira para coger el anillo. La segunda vez lanza el anillo con demasiada fuerza y pierde el equilibrio. En los dos siguientes lanzamientos, consigue mantenerse en el montículo, pero le falta precisión. Finalmente, en el quinto lanzamiento, Bob alcanza la torre y celebramos  su éxito con gritos de alegría.

Ahora el ejercicio es demasiado fácil para Bob, rápidamente se alcanza el objetivo y se aleja la roca un metro más para dificultar el ejercicio.

coordination

Una vez que Bob tenga mejor puntería, se puede aumentar la distancia y sustituir la anilla por una bola de menor diámetro, lo que hace más difícil invertir la torre. Bob progresa rápidamente y aprende a mantenerse relajado, a apuntar mejor y a agarrar los aros sin perder el equilibrio y la estabilidad de su cuerpo.

Doy a los padres una anilla para que se la lleven a casa y Bob practique todos los días el lanzamiento y la recepción de la anilla desde una distancia de tres metros, subido a una escalera de mano o a un objeto similar.

Al final del programa de ocho sesiones, Bob me trae un regalo. Ha hecho su primer dibujo de un sol».

>> Para leer : El Trastorno del Desarrollo de la Coordinación (TDC)

El material de la actividad

Des anneaux et des cônes pour travailler la coordination

Los conos : Estos conos tienes múltiples funciones y posibilidades, sólo es necesario tener un poco de imaginación. Están agujereados para que puedas introducir las barras de distintas alturas. La forma en cruz de su parte superior sirve para fijar los aros. Alto 28,5 cm. Diám. 21 cm. De plástico. Lote de 6.

Anillos de actividad x 6: Imprescindible para actividades de juego espontáneo, trabajo rítmico o ejercicios motores. Diám.16,4cm. Lotes de 6.Desde 3 años

Descubre nuestras herramientas para desarrollar la coordinación ojo-mano

 

Responsable del contenido del blog Hop´Toys España

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