Sol Abad, tras 20 años como profesional de las artes escénicas, su vida dio un giro a tras una formación de profesora de yoga en la India. Ahí nació su proyecto Do Ananda Yoga. El Yoga del corazón. Hoy, tras de cuatro años de experiencia dando clases para personas de diferentes edades y diferente tipo de discapacidad, su verdadera formación son sus alumnos: “Aprendo de ellos, del día a día, con o sin palabras, con o sin gestos, en un sentir vibracional de conexión absoluta”

 

yoga discapacidad

Hola Sol, ¿cuál es el origen del proyecto Do Ananda Yoga?

He tenido la suerte de crecer con una persona con una gran capacidad para amar y ver más allá de las palabras o de las acciones, con una sensibilidad especial, mi hermano con síndrome de Down, con quien empecé este proyecto de vida. El yoga del corazón.

Las personas con síndrome de Down tienen laxitud ligamentosa, un aumento de la flexibilidad de sus articulaciones, lo que conlleva una mayor flexibilidad y una menor estabilidad, y que resulte más difícil mantener el equilibrio sobre ellas. El proceso de desarrollo en esta disciplina comenzó a fluir casi instantáneamente en él, aprendiendo a conocer su cuerpo y a manejar mejor su flexibilidad. Al fortalecer sus músculos con las posturas, se mejora la calidad de sus movimientos. Lo que también empecé a notar en mi hermano es que empezó a comunicarse más y mejor.

La baja inteligibilidad en el habla y el ser consciente de ello habían provocado que casi no se comunicara verbalmente. Personas con inseguridades, dudas, miedos, enfados y alegrías. Quizás la sobre-protección, y hablo por mí la primera, hace que a veces los limitemos. El yoga me ha enseñado a potenciar todo lo bueno y a manejar mejor mis emociones desde el amor y el respeto y eso es lo que intento transmitir.

 

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¿A quién va dirigidas tus clases de yoga?

Impartimos yoga adaptado dirigido a personas con necesidades especiales y con capacidades diferentes. Mis clases van dirigidas tanto a adultos como a niños y niñas.

Como profesora y amante del yoga  trato de adaptar las herramientas que nos da el yoga. Asanas, pranayamas, meditación. Haciendo de ésta una práctica al servicio de todo el mundo.

¿Cuáles son tus objetivos?

El objetivo es que aprendan a relajarse a través de la respiración, una mejora de la postura, tonificar, fortalecer y flexibilizar, desarrollar la concentración, la atención y la conciencia del cuerpo. Una mejora en la gestión de sus emociones. Situaciones en las que disfrutan y se encuentran a gusto y situaciones que les pueden provocar ansiedad y estrés. En las sesiones les animo a soltar sus emociones a través de juegos.

Desarrollar la conciencia del cuerpo desde el amor, aprendiendo a respirar conscientemente, a relajarse, a tener un cuerpo más flexible. Pero sobre todo a disfrutar de la actividad. Fomentando su creatividad y su imaginación haciéndoles partícipes de ella. Ellos son los maestros.

 

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¿En qué consiste una sesión de yoga adaptado?

Las clases las diseño dependiendo del alumno y su capacidad. Clases individuales o grupos. Para personas con poca movilidad realizo yoga terapéutico, adaptado a la silla.

Las clases son un viaje de creatividad donde soñamos, cantamos y realizamos asanas (posturas) utilizando la imaginación. Desde animales, la naturaleza incluso objetos. Les dejo libres. Ellos participan de la actividad. Motivación. Mucha motivación.

Con historias y cuentos nos adentramos en el mundo del yoga. Respiramos: Oxigenando  el cuerpo y calmando la mente. Cantamos: liberando emociones. Dibujamos mandalas: favoreciendo la concentración. Las asanas les aportan flexibilidad y fortalecen músculos y huesos, entrenando su sentido del equilibrio. Trabajando la confianza, la memoria, la coordinación, la atención. Mejorando su motricidad, su salud y su forma física.

También se desarrolla la interacción entre los alumnos. Yoga en grupos y/o en parejas, ayuda a mejorar la comunicación entre ellos y su entorno. Haciendo de esta práctica un juego divertido. Creamos un espacio para soñar donde no hay limitaciones. Donde no importa  si puedo hacer esto o no puedo. Simplemente donde lo  importante es intentarlo, divertirnos y disfrutar.

¿Puedes contarnos alguna de tus experiencias?

Ana es una de las alumnas con la que llevo practicando más de tres años. Es autista.

A nivel físico presenta rigidez muscular, su cuerpo se tensa. Con problemas de comunicación y dificultades en sus relaciones sociales, tiene un leve grado de agresividad con ella misma y con otros. Desde que empecé a darle clases he ido viendo su crecimiento, su desarrollo y su cambio. Un camino de amor y de entendimiento. Un fluir a través del yoga. Ya logra relajarse en savasana manteniendo su atención en la respiración y eso le hace sentirse bien, está contenta. Ha comenzado a interactuar con los demás. No le gusta que se le ayude a realizar las posturas, pero un día me pidió que le ayudara a hacer la postura de la vela, sarvangasana, y en poco tiempo ya lo hacía sola, aunque le sigue gustando pedirme ayuda. Ha comenzado a comunicarse con su cuerpo, empieza a entenderlo y aceptarlo, sonríe más. Un día me estaba esperando en la puerta, ya habíamos terminado la clase y ella estaba allí, tímida, mirándome de reojo. Le dije: «Qué pasa, Ana, ya hemos terminado la clase, corazón». Ella me miró durante unos instantes y, sin decir nada, me abrazó. Se quedó pegada a mí, nunca lo había hecho, no le gusta mucho el contacto físico y lo evita. En el camino hacia el coche se me caían las lágrimas. No puedo expresar con palabras la alegría que supone para mí verlos crecer y desarrollarse a través de esta disciplina.

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Vicente es otro de mis alumnos, tiene parálisis cerebral, déficit intelectual y, en consecuencia, muchas limitaciones a nivel físico. Alteraciones del tono muscular, la postura, el movimiento, problemas en la articulación de las palabras, espasmos musculares. Utiliza un andador y carece de autonomía para la realización de algunas de las actividades de la vida diaria. Lo que más me fascina de él es su poder de superación y su entrega. Le encanta el yoga, lo siente, lo respira. Cuando llego a clase, él ya está tumbado en savasana con los ojos cerrados, relajado. Ha logrado hacer completo el saludo al sol, surya namaskar, una serie de asanas, posturas de yoga en movimiento, algo que parece casi imposible por su falta de autonomía. Para él, como para todos los chavales, no hay un “no puedo”. Hay un “lo intento”, pueden hacer muchas más cosas de las que creemos. La motivación es muy importante. Enseñar, estimular, compartir, amar…

¿Qué es para ti lo más importante de este proyecto?

La satisfacción de ver como disfrutan y como contribuye el yoga en su desarrollo. Para mí es un regalo que me ha dado la vida.

¡Muchas gracias Sol!

 

Para todos aquellos que estén interesados, podéis encontrar más información en: https://doanandayoga.com/capacidades-diferentes/

 

 

 

Responsable del contenido del blog Hop´Toys España

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