Una comida de familia puede ser interminable para los niños: quedarse sentado sin levantarse, escuchar las conversaciones de adultos, comer platos diferentes a los acostumbrados… Cuando tenemos un hijo con necesidades específicas todos estas obligaciones deben tenerse en cuenta para el bienestar de todos. Aquí os dejamos algunas ideas:

1. Tu hijo tiene trastornos alimentarios

Puede que no le gusten algunas texturas o la manera en la que son presentadas los alimentos le resulta extraño. Para prepararlo a la novedad, puedes crear una series de imágenes, pictogramas, pizarras visuales o cuadernos de comunicación en la temática de Navidad o  de las comidas ligadas ciertas festividades. esto ayudará a comprender y aceptar los cambios e integrarlos.

Si no soporta algunas texturas o sabores más picantes u originales, puedes prepararle una versión del plato adaptada a él sin obligarle a comer lo que hay en la mesa para el resto de los convives. Es una buena manera de participar al momento familiar sin necesidad de realizar un esfuerzo, a veces importante, por comer lo propuesto.

Los olores de los platos pueden incomodar a muchos niños, sobre todo si existe una hipersensibilidad  olfativa. Se debe tomar muy en serio estas aversiones y anticipar si es necesario proponiendo también platos alternativos. El día de Navidad no es el mejor día para intentar nuevas experiencias: ya hay muchas cosas para descubrir.

>> Leer más: ¿Qué es la hipersensibilidad? 

2. Tiene problemas motrices y come con dificultad

Hay que anticipar estos momentos y quizás es positivo comenzar su comida un poco antes con alimentos que pueda manipular fácilmente. No dudes en aportar sus propios cubiertos si sus mangos están adaptados o cualquier otra ayuda para comer. Piense en llevar plato antideslizante para estabilizar el plato o tazas handycap  para el vaso. Son ayudas discretas que pueden ayudar al niño de forma eficaz y discreta.

>> Leer más: 7 ayudas para facilitar el agarre de los objetos

3. El niño no aguanta sentado

No le pidas quedarse sentado en la mesa durante toda la comida: será muy difícil para él. Y sobre todo, no será agradable ni para usted ni para los otros invitados. Que coma a su ritmo y que ayude  a servir o a traer el pan, recoger los platos, traer el postre… Además de moverse se sentiré todo orgulloso de poder ayudar a los adultos. Como en el colegio, puede también optar por un asiento dinámico con un cojín dynair o más divertido con un balón hinchable terapéutico.

4. Tiene movimientos estereotipados

Si tu hijo es no verbal, es probable que comunique su humor con gritos, sonidos diversos, gestos que ha aprendido a interpretar, movimientos o balanceos repetitivos. Quizás es bueno explicar de una forma natural y pedagoga a los otros invitados este tipo de comportamientos y su naturaleza. De esta forma sabrán un poco mejor cómo abordarlo.

>> Saber más: Comunicación no verbal

Danos tu opinión

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Time limit is exhausted. Please reload the CAPTCHA.

Instagram