¿Qué es un descanso sensoriomotor? Son pequeños paréntesis activos que permiten a los niños moverse, manipular texturas, hacer malabares y realizar ejercicios que implican funciones sensoriales y motoras. Es un momento lúdico y, a la vez, una actividad beneficiosa para el desarrollo sensoriomotor del niño. Esto fomenta su integración sensorial y permite que estén más receptivos para un aprendizaje posterior.

Hemos invitado a Marie-Laetitia de Pennart, terapeuta ocupacional especializada en integración sensorial, para que nos presente varias ideas de descansos sensoriomotores para niños de 5 a 10 años, ¡en un evento en directo en nuestra página de Facebook! Aquí encontrarás en detalle los ejercicios realizados por esta profesional y podrás descargar nuestras fichas de explicación gratuitas para que también puedas realizar estos descansos sensoriomotores con tus hijos, con tus alumnos e, incluso, en el centro de ocio durante las vacaciones, ¡para una relajación inmediata!

Los beneficios de los descansos sensoriomotores

Durante esta sesión en directo, Marie Laetitia de Pennart pudo explicar cómo estos descansos permiten aportar beneficios al niño, estar más receptivo y reconectar con su cuerpo, y todo mientras se divierte.

Cada vez más profesionales (maestros, terapeutas ocupacionales, psicomotricistas, ortopedagogos) proponen realizar descansos sensoriomotores porque fomentan el desarrollo de la integración sensorial (IS), el tono postural y las habilidades gestuales. ¡Unos pocos minutos de calentamiento ayudarán a tus hijos a estar más concentrados para aprender!

Isabelle Babington, terapeuta ocupacional y formadora de INS, sugiere que «debería ser posible organizar pausas motrices, descansos activos para que los niños puedan moverse. […] Trepar, saltar, jugar con las texturas, balancearse, alimentar el cerebro de los niños para su posterior aprendizaje y participar en la modulación neurosensorial».

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Ejercicios para un «recreo» inclusivo

Para este descanso sensoriomotor o «recreo» inclusivo, necesitarás una pequeña bolsa de semillas (o un calcetín lleno de arroz) y una revista vieja. Los ejercicios deben realizarse descalzos sobre una superficie cómoda (moqueta, alfombra, césped). Cualquiera puede hacerlos, cada uno va a su propio ritmo, de pie o sentado, según sus preferencias y posibilidades.

Despertar de los ojos

El niño tiene que frotarse las manos para calentarlas. Luego las coloca sobre los párpados. Después, deberá realizar movimientos con los ojos, de izquierda a derecha y luego de arriba a abajo. Al mismo tiempo, debe realizar la respiración-espiración a través de la nariz. Esto le ayudará a calmarse y a concentrarse. Este ejercicio debe repetirse al menos tres veces. Si el niño no puede soportar tener los ojos cerrados, el ejercicio se puede hacer sin poner las manos sobre los ojos.

En particular, este ejercicio permite trabajar la disociación entre los ojos y la cabeza, pero también el reflejo tónico asimétrico del cuello (a través de la exploración ocular izquierda-derecha).

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descanso sensoriomotor: despertar de los ojos

Despertar de los ojos (variante)

El niño puede estar de pie o sentado, dependiendo de sus necesidades específicas. Deberá colocar una mano a la altura de su torso con la palma mirando al cielo o al suelo, dependiendo del grado de dificultad elegido. En la otra mano, el niño tiene que sujetar una bolsita de semillas que dejará caer, recta, siguiéndola con los ojos sin mover la cabeza. El objetivo es coger la bolsa con la otra mano, dejándola delante del torso. Se va alternando el «papel» de cada mano. Este ejercicio debe repetirse al menos tres veces (o más).

Un pequeño desafío extra: si se deja caer la bolsa de semillas al suelo, hay que intentar atraparla con los dedos de los pies. Un desafío para trabajar el equilibrio y el sentido vestibular.

En particular, este ejercicio permite trabajar la disociación entre los ojos y la cabeza, la coordinación ojo-mano, el reflejo de agarre palmar de Robinson, pero también el equilibrio estático unipodal y el reflejo de agarre plantar en la recuperación de la bolsa con los dedos de los pies.

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Despertar del cuello

El niño tiene que poner una mano en el vientre y la pequeña bolsa de semillas en la cabeza. El objetivo es dejar caer la bolsa de semillas de la cabeza con un movimiento hacia adelante del cuello y atraparla con las manos a la altura del vientre. Para hacer este ejercicio más complejo, se colocan las manos detrás de la espalda y se hace el mismo movimiento de cuello para hacer caer la bolsa de semillas, pero esta vez hacia atrás. El ejercicio debe repetirse tres veces.

En particular, este ejercicio permite trabajar la disociación entre la cabeza y los hombros, el reflejo tónico laberíntico, el reflejo tónico simétrico del cuello, la integración de la información sensorial vestibular, pero también el equilibrio estático unipodal y el reflejo de agarre plantar en la recuperación de la bolsa con los dedos de los pies.

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Despertar de los hombros

El niño debe realizar movimientos de rotación hacia atrás con el hombro derecho para luego continuar haciendo un gran círculo con el brazo. Deberá repetir el movimiento seis veces antes de pasar a realizar los círculos hacia delante. Luego deberá realizar la misma serie con el hombro izquierdo. Este ejercicio puede ser más difícil para los niños que tienen dificultades para disociar los hombros de los brazos. En concreto, permite trabajar la disociación entre hombros y brazos y el reflejo de agarre palmar de Robinson (que es muy beneficioso para el grafismo). Puede hacerse con una bolsa de semillas o sin ella.

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Despertar de los hombros (variante)

El niño tiene que poner las manos delante de él, con las palmas hacia abajo y colocar una bolsita de semillas sobre una de ellas. Deberá lanzar la bolsita hasta su otra mano haciendo un movimiento en forma de un arco iris. Al principio, empezará con las manos relativamente juntas y luego irá aumentando la distancia en función de como vaya dominando el movimiento. Este ejercicio debe realizarse 20 veces. Permite trabajar especialmente la coordinación ojo-mano, la movilidad ocular, los reflejos palma-boca de Babkin, el agarre y el tónico asimétrico del cuello.

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Despertar de la espalda

Un ejercicio que estimula fuertemente el oído interno y que permite al niño estar más receptivo y madurar su sistema sensorial. El niño tiene que doblar las piernas y poner las manos bajo los muslos. Deberá inclinarse hacia atrás y luego hacia delante en un movimiento de balanceo. Este ejercicio debe repetirse cuatro veces. Si el niño está cómodo, puede hacer el ejercicio algo más complejo poniéndose de pie y girando sobre sí mismo al final del movimiento. Para ello, tendrá que cruzar los pies en cada giro de basculación para poder levantarse más fácilmente. Este ejercicio debe repetirse seis veces.

Opción inclusiva: coger al niño en brazos y hacer el movimiento de balanceo con él. Hay que cubrirse muy bien para poder hacer el ejercicio con el niño y evitar lesiones. Según el tamaño y el peso del niño, el acompañante deberá protegerse la barbilla y cubrir bien sus músculos abdominales para evitar lesiones.

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Desafío del despertar de las manos

El niño deberá arrancar seis hojas de papel de una revista y hacer grandes bolas usando una sola mano. Las hojas de papel brillante son más difíciles de arrugar, por lo que ayudan a trabajar mejor las manos. Es un ejercicio que facilitará el aprendizaje de la escritura y evitará los dolores que pueden producirse al escribir.

Un pequeño extra: el niño puede arrugar hojas de papel en las que haya escrito palabras que expresen su ira, lo que también le permitirá «sacar» esta emoción. Puede hacer este ejercicio sentado o acostado sobre el vientre para fortalecer su tono postural al mismo tiempo. Este ejercicio debe realizarse seis veces en total.

Es un ejercicio que permite trabajar los requisitos previos al grafismo (musculatura de la mano, disociación de los dedos, etc.).

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Desafío de la cabeza al revés

Deberás colocar un cojín delante de ti y pedir al niño que se acueste sobre él de espaldas. Se coloca una papelera por detrás su cabeza y la munición (las bolas de papel creadas en el ejercicio 7) se colocan a sus costados. El objetivo es «hacer canasta» con la munición realizando una extensión de todo el cuerpo hacia atrás. Para que el desafío sea más intenso a nivel vestibular, se puede utilizar una pelota de asiento dinámico en lugar del cojín.

Esta secuencia se utiliza para trabajar en la integración de la información sensorial vestibular y propioceptiva, el reflejo de Moro y la coordinación ojo-mano.

La caja de regalo

Ejercicio inclusivo: el niño deberá acostarse de espaldas y colocar una bola de papel sobre su vientre. El acompañante doblará los brazos del niño y luego las piernas. Posteriormente desplegará cada uno de sus miembros por separado. Para ir un poco más allá, puede intentar acompañar completamente la flexión del niño haciendo que meta la cabeza.

Entrenar el cuello flexionándolo y cerrándose completamente como una «caja de regalo» es muy beneficioso. En particular, este ejercicio permite trabajar el esquema corporal, el reflejo de Moro y el reflejo de radiación del ombligo.

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Desafío del rodillo

El niño tendrá que meter canastas mientras rueda. Para ello deberá estar tumbado y darse la vuelta usando solo la parte superior de su cuerpo cuando vaya a meter canasta y usar solo la parte inferior de su cuerpo para ir a buscar la munición: las bolas de papel. Cuando el niño rueda para meter la bola de papel en la canasta, puede pasar la pelota a su otra mano para hacer el ejercicio más complejo. Este ejercicio trabaja la disociación de la parte superior e inferior del cuerpo, el reflejo anfibio y el de rotación segmentada y la coordinación ojo-mano. A los niños que no pueden realizar estos movimientos solos, podemos guiarles y ayudarle a girar. El simple hecho de girar es muy interesante a nivel propioceptivo y vestibular.

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Masaje de relajación

Terminaremos esta sesión de actividades con un masaje en los pies. El niño debe sentarse con las piernas cruzadas, las manos sobre las rodillas y masajearse los pies a sí mismo o a la persona que lo acompaña.

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Descarga los ejercicios de Marie Laetitia para hacer un descanso sensoriomotor:

Tarjetas pausas sensorio motoras


 

3 x A4 en pdf

o 11 tarjetas de ejercicio para ser recortadas

 

 

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