La pedagogía Reggio es una filosofía y una práctica educativa, elaborada para niños pequeños durante los años 1960, en Italia. En este enfoque educativo, el niño ocupa un lugar central: se le considera como un actor en su propio desarrollo. Según la pedagogía Reggio, la experimentación, la exploración y la creatividad son el centro del aprendizaje. En este sentido, los minimundos van a permitir que el niño conozca numerosos «mundos» y numerosas temáticas. Descubre todo lo que necesitas saber sobre los minimundos y cómo ponerlos en práctica con tu hijo en este artículo.

¿En qué consiste la pedagogía Reggio?

La pedagogía Reggio sitúa al niño en el centro de su aprendizaje. El niño no tiene una actitud pasiva en la que el «educador» (padres, maestros) transmite sus conocimientos, sino que, por el contrario, mantiene una actitud activa. De hecho, el educador actúa como compañero del niño en su desarrollo. El adulto está ahí para apoyar sus descubrimientos y fomentarlos. Le plantea situaciones que provocan que el niño se cuestione las cosas y que explore. Estas situaciones no tienen una única solución, sino que fomentan múltiples usos que harán recurrir a la creatividad de cada niño. El niño la aprovecha como quiere y el adulto se guía por la forma en que el niño la explora y la utiliza para expresarse. Así, dos niños que se enfrenten a la misma situación no la utilizarán de la misma forma.

El entorno también es esencial en esta filosofía educativa. Debe fomentar el aprendizaje, pero sobre todo la autonomía del niño. El entorno se considera también como un educador. Debe ser rico, cálido, bien cuidado, estético y acogedor. El niño ahí es libre y autónomo. Puede evolucionar sin la intervención del adulto, sin más limitaciones que el respeto del material. De este modo, podrá expresarse y utilizar todo su potencial.

Niños explorando el entorno

>> Para más información: Los principales puntos de la pedagogía Reggio.

Una actividad de exploración: los minimundos

Un minimundo es una actividad multisensorial de descubrimiento. El adulto crea un escenario pedagógico usando las bandejas de exploración. La idea es reunir material lúdico y escenificarlo en la forma de un universo. La estética que se crea hará que el material sea atractivo para el niño favoreciendo el descubrimiento y la manipulación. El simbolismo del juego y la imaginación del niño le permitirán afinar su comprensión y su conocimiento del mundo que le rodea.

El objetivo de esta actividad es inspirarse en la naturaleza y mezclar el material ludo-educativo con materiales naturales. Por ejemplo, si quieres crear un minimundo sobre el tema del bosque, ¿por qué no recoges musgo para hacer el suelo o, incluso, cortezas y ramas de árboles? Así, se estimularán todos los sentidos del niño: conocerá el color, la textura y el verdadero olor del musgo del bosque. Los conocimientos que construya se verán reforzados porque le hacen recurrir a sus sentidos y no solamente a lo que le explicamos.

Las bandejas de exploración

La base de esta actividad consiste en disponer de un soporte en el que instalar una puesta en escena. La bandeja de exploración debe ser lo suficientemente grande como para albergar todo el material necesario y poder manipularlo. Además, si su tamaño lo permite, podrán utilizarla varios niños simultáneamente y enriquecerse mutuamente con sus descubrimientos. Por otra parte, es preferible elegir un soporte hueco, para favorecer la manipulación y evitar el desbordamiento de materiales como el agua o la arena. Por último, para que el niño sea autónomo en su exploración, el minimundo debe estar a su alcance, sin necesitar la ayuda de un adulto. Si es de su tamaño y está en un lugar accesible, podrá utilizarla según desee y dejarla sin tener que guardarla inmediatamente, para luego volver a ella.

La bandeja de exploración: ¡una bandeja de exploración con múltiples usos! Sus grandes dimensiones (91 x 91 cm) permiten que puedan usarla hasta 3 niños simultáneamente. Los bordes son perfectos para su manipulación a la vez que evitan los desbordamientos.

El soporte para la bandeja de exploración: este soporte para bandeja de exploración puede ajustarse en 3 alturas (46, 56 y 66 cm) para permitir una gran variedad de actividades, tanto solo como en grupo, a la vez que se adapta a diferentes usuarios. De metal resistente. Uso interior/exterior. Base con revestimiento de plástico antideslizante.

Los tableros decorativos: son decoraciones que se ponen en el fondo de la gran bandeja para crear un universo más realista. Hay varios temas disponibles: corales, sabana africana, bosque, etc.

Algunas ideas de minimundos

El tema del bosque

¿Y si creamos una fantástica bandeja de exploración sobre el tema del bosque? Con su decoración de sotobosque, el niño utilizará diversos materiales para construir y darle vida a un minibosque. Por ejemplo, puede hacerlo extremadamente realista utilizando hojas, musgo, pequeños trozos de madera, guijarros o, incluso, barro. ¡Los niños se pasarán horas explorando su creación! También podrán poner en escena a los animales del bosque, colocándolos en la bandeja de descubrimiento, así como trabajar el vocabulario y desarrollar el lenguaje expresivo, la narración y su imaginación

Material:

El tema de los 3 cerditos

¿Por qué no adaptar un cuento a un minimundo? Puede servir para apoyar la lectura y reforzar la comprensión de la historia. El niño podrá adaptarla, repetir la escena o, incluso, ¡imaginarse un final completamente diferente! Puedes construir las casas con tu hijo antes de crear el minimundo: con paja, bloques de madera, cartón, cubos, etc. ¡Sin olvidar a los personajes del cuento que serán imprescindibles para la puesta en escena!

 

Material:

El tema de la obra

¿A tu hijo le apasiona la construcción? ¡Dale una alegría creando una auténtica miniobra en la bandeja de exploración! Desplazar las máquinas, cavar en la arena, construir un edificio, realizar actividades de trasvase, etc. ¡Las posibilidades son infinitas!

Material:

 

 

 

 

¡La ventaja de esta actividad es que las posibilidades son infinitas! Solo hay que dejar volar la imaginación. Inspírate en tus actividades y en los principales intereses de tu hijo.

Si vais a pasear por la playa, anima a tu hijo a recoger algunos materiales para luego utilizarlos en la bandeja de exploración. Si tienes previsto ir de vacaciones a la montaña, ¿por qué no crear un minimundo basado en la alta montaña? Puedes adaptar eventos como Halloween, el otoño o alguna nevada excepcional para crear un medio de descubrimiento y aprendizaje. Construir estos minimundos no es tan complicado, ya que puedes reciclar, reutilizar o recoger todos los materiales. Y ya verás como ¡te diviertes casi tanto como tu hijo!

Descubre nuestra selección de materiales para crear minimundos

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