La pubertad es una época de grandes cambios para todos los niños, ya sean neurotípicos o con trastornos autistas. Es una transición en la que el cuerpo del niño se transforma gradualmente en el de un adolescente y luego en el de un adulto. La adolescencia no sólo se caracteriza por los cambios físicos. Durante este periodo, los jóvenes también experimentan cambios emocionales y psicológicos muy importantes. Se harán muchas preguntas sobre su identidad, la imagen que transmiten, las capacidades que tienen… Como padres o educadores, también os pueden surgir muchas dudas: ¿cómo acompañar a mi hijo durante este periodo? ¿Cómo puedo asegurarme de que se sientan bien en su cuerpo, en su piel y en su cabeza?
En nuestro artículo encontrarás consejos para que la pubertad sea más fácil para ambas partes.
Durante la pubertad, los jóvenes experimentan cambios físicos y fisiológicos
Durante la adolescencia, el cuerpo de tu hijo cambiará. En los niños, crece el vello, los genitales se hacen más grandes y largos, la voz cambia… En las niñas, crecen los pechos, aparece vello en el pubis y en las axilas, llega la menstruación… Cambios enormes, que hay que explicar a todos los niños. Además de las explicaciones, es esencial acompañarles en cuestiones de higiene, intimidad y sexualidad.
Aunque esto es cierto para todos los jóvenes, para los que padecen trastornos autistas estos cambios pueden causar incomprensión, preocupación e incluso ansiedad. Para ayudar a tu hijo a entender y tranquilizarse, puedes utilizar libros ilustrados para explicarle los cambios que está experimentando. Cuando sea posible, también puedes desarrollar la autonomía en cuestiones de intimidad. Desde el punto de vista de la dignidad y la independencia, es importante trabajar, por ejemplo, en la gestión de la menstruación (aprender a ponerse una compresa, saber cuándo cambiarla, etc.) o en aprender a afeitarse.
Algunas técnicas concretas para facilitar el aprendizaje:
- Encadenamiento: descomponer una tarea en varias subtareas para reforzar gradualmente la adquisición de cada una de ellas hasta comprender la tarea global.
- El uso de escenarios sociales: historias breves y pictóricas que ayudan al aprendizaje social. Por ejemplo, te sugerimos la secuencia sobre cómo afeitarse.
- En el caso de las chicas jóvenes, también puedes utilizar un reloj con vibración para recordarles que deben ir al baño durante la menstruación. Esto también ayuda a ganar independencia.
Cambios emocionales durante la pubertad
Los cambios físicos van acompañados de cambios emocionales y psicológicos. Hay emociones más intensas, irritabilidad, cambios de humor y preocupaciones sexuales. El adolescente debe adaptarse a nuevos puntos de referencia, el grupo se convierte en su nuevo espejo y actúa como un nuevo apego (a diferencia de la infancia, cuando el núcleo familiar desempeña este papel). Están en plena búsqueda de su identidad y esto puede expresarse a través de su aspecto (corte de pelo, estilo de vestir, piercing, etc.). Durante la pubertad, su hijo puede sentirse incómodo con su nuevo cuerpo, las nuevas relaciones que va a crear o incluso a veces vergüenza y rechazo… Por eso es importante estar presente para él, interrogarle sobre sus emociones y sentimientos, pero sin estar constantemente encima de él. Hay que encontrar el justo equilibrio entre presencia e independencia.
Estos cambios emocionales también afectan a los adolescentes con TEA. Pueden tener una inestabilidad emocional difícil de manejar para ellos y para los demás. Los jóvenes con TEA pueden pasar muy rápidamente de un estado emocional a otro, lo que resulta desestabilizador. Por eso es importante encontrar herramientas y estrategias que les ayuden a ganar confianza y les ayuden a gestionar el estrés de esta montaña rusa emocional.
>> TEA y discapacidad: cómo explicar la pubertad
Algunas estrategias para ayudarle en el día a día:
- Enséñale una rutina para que pueda calmarse cuando se sienta estresado. Por ejemplo, enséñale a contar mentalmente de 10 a 1. Primero enséñale fuera de una situación difícil y luego aplícalo durante una situación complicada.
- El ejercicio físico es un excelente aliviador del estrés.
- Enseña también a su hijo a reconocer los signos del estrés: dolor de estómago, sudoración, necesidad de moverse…
- Sugiere material de lectura que pueda ayudarle.
Cambios de comportamiento debidos a las opiniones de los demás
Durante este periodo, tu hijo «crece» a los ojos de la sociedad. Físicamente ya no parece un niño, pero a veces puede seguir comportándose de formas que se consideran «infantiles» o que no se hacen al llegar a cierta edad. Entonces es necesario realizar ajustes:
- Algunos contactos físicos pueden ser problemáticos.
- Determinados comportamientos ya no están permitidos o sólo lo están en determinados contextos y/o con determinadas personas.
- Impartir formación sobre intimidad y pudor.
Los niños con TEA no tienen la misma conciencia corporal que los niños neurotípicos. Necesitan apoyo real para comprender las nociones de intimidad y las convenciones sociales que las acompañan. Durante la pubertad, sus relaciones con los demás cambian sin entender siempre por qué. Es importante explicarles lo que esto significa. Por ejemplo, debes enseñarles cuáles son sus partes íntimas, explicarles dónde pueden o no pueden desnudarse… La educación sexual y el deseo son temas que también deben abordarse de forma clara y precisa. Por ejemplo, hay que explicarles que no pueden tocarse las partes íntimas en público y cuándo pueden hacerlo. Como ya se ha mencionado, puede utilizar escenarios sociales para facilitar la comprensión.
¿Cómo abordas el periodo de la pubertad con tu hijo? ¿Tienes algún consejo que compartir con otros padres? Cuéntenoslo en los comentarios.
Llevo 8 años trabajando en comunicación y marketing digital, y durante más de 5 años pude desempeñar mi trabajo en Hop’Toys. Hoy, como autónoma, estoy encantada de poder volver a escribir sobre temas que siempre me han fascinado: la infancia, la paternidad, la inclusión y la discapacidad.
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