En los últimos años se ha puesto de moda un método alternativo a la cuchara y los purés, se trata del «Baby Led Weaning» (BLW), o lo que es lo mismo, una alimentación complementaria guiada por el propio bebé. Con el BLW se pretende dejar atrás los purés para sustituirlos por verdaderos trocitos de alimentos, ya sean crudos o cocidos, para permitir al niño manipular los alimentos con sus manos y llevárselos a la boca, desarrollando así su autonomía.

¿Cuándo hay que empezar a poner en práctica el Baby Led Weaning?

En teoría se puede empezar a partir de los 6 meses aproximadamente, o cuando veas que el niño muestra interés por comer lo mismo que tú. Además si se mantiene solo en posición vertical sin perder el equilibrio, es capaz de coger los alimentos con sus manos y llevarlos a la boca, esto quiere decir que ha adquirido ciertas competencias motoras y cognitivas y que tiene la capacidad de masticar (aunque no tenga dientes) con sus encías y podrá desplazar los alimentos a la parte posterior de la misma para tragarlos sin problemas. Los niños de esta edad cuentan con un reflejo antiahogo (o anti atragantamiento) que se encuentra detrás de la garganta, lo cual les permite escupir los grandes bocados que no sean capaces de masticar y tragar  (eso no quita que haya que vigilarlos mientras comen). Aún así, es importante evitar alimentos con tendencia a pegarse al paladar o muy pequeños y difíciles de triturar como los frutos secos. Una buena guía del tamaño de lo que pueden comer sin problemas es todo aquello que el niño pueda coger fácilmente con su mano.

En cuanto a los alimentos, hay que proponerle a los peques platos variados a la hora de comer que contengan: verduras, frutas, carne… E incluso podemos desatar nuestra creatividad y hacer obras de arte con la comida como las que puedes encontrar en el Pinterest de Hop’Toys:

Recetas de verduras. Recetas divertidas para niños. Cenas para niños:

                                                        Foto: Pequeocio

A partir de aquí será el propio niño quien escoja y coma los alimentos con total autonomía. Comiendo de esta manera conseguimos desarrollar la exploración de todos sus sentidos: el olor (de unas fresas frescas), el tacto (de los cereales), la visión (del color de la piña) y por supuesto, ¡el gusto! Y para añadir un poco de humor a las comidas, te dejamos estos fabulosos platos Happy Mat.

happy-mat-collage_11                                                  Foto: Maternidad como puedas

Carolina es la mamá de Luisa y nos ha contado su experiencia:

«Hemos puesto en práctica la BLW durante el periodo de diversificación que empezamos cuando Luisa tenía 7 meses y cuando empezó a mostrar ganas de comer alimentos no triturados. Como la peque se mantenía ya bien sentada, y siguiendo con la lactancia me dije por qué no intentar…Me tranquilizó saber que durante el periodo de lactancia, el niño mantiene el hábito de vomitar, muy útil en el caso de que haya un alimento bloqueado.

En la BLW los alimentos proporcionados no tienen que ser más pequeños que el tamaño de su puño, para que así pueda introducirlos en la boca fácilmente. En su plato yo le proponía alimentos variados: frutas y verduras juntas, de diferente tipo, pescado o carne… para que ella pudiera tomarlos según sus ganas. Me ponía a su lado durante las comidas y pude ver rápidamente los alimentos que conseguía comer sin problemas y aquellos que suponían mayor dificultad. Lo más importante es que el niño pueda seleccionar el alimento fácilmente para luego, adaptarnos.

Al principio, Luisa no comía mucho, era más un juego con los alimentos. Pero esto le permitió un primer acercamiento a la alimentación que despertó su interés y curiosidad. Nunca la hemos obligado a comer durante las comidas. Ella comía la cantidad que quería, como durante la lactancia, cuando no puedes asegurarte de la cantidad que come, pero ¡confiamos en ella!

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¡Luisa tiene 1 año!

La BLW es fácil de poner en práctica, sólo hay que cocer los alimentos para que sean más o menos blandos, según los gustos del niño. En cuanto a las frutas, la manzana es la que le costó más al principio (no insistimos, lo que hicimos es proponérsela de nuevo más tarde), no obstante, a Luisa le encantaban los plátanos, las peras y otras frutas más tiernas.»

Para los niños con discapacidad o problemas de visión, la BLW puede ser una alternativa interesante a la diversificación clásica. El sentido del tacto entrará en escena y el niño podrá tocar, sentir y llevarse a la boca directamente los alimentos. Algunos niños con trastornos sensoriales, pueden también encontrar dificultades con la diversificación alimentaria, por razones de la textura de los purés. La BLW se convierte entonces en una alternativa que los padres pueden poner en práctica.

Redactora de temas de interés para el blog de Hop'Toys

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